El silencio del obrero.

No es extraño que en España amanezcamos con portadas del tipo "Indignados" o "Menudo Robo" denunciando un mal arbitraje hacia Real Madrid o F.C Barcelona, pasando por alto exhibiciones como la de Mireia Belmonte en los europeos de natación con sus 4 oros o los continuos recitales del Atlético del Cholo.

Resultan irónicas estas quejas frente a los errores arbitrales teniendo en cuenta que si los dos grandes se ven favorecidos, ustedes no verán ningún comentario al respecto. Jornada tras jornada ambos resultan beneficiados a excepción de algún domingo en que la actuación del árbitro no les complace y empieza el festín de críticas por parte de la prensa "deportiva" (que en ocasiones roza el amarillismo).

La mayor parte de aficionados culés o merengues no ven esta situación, cegados por el fanatismo, pero es una realidad. El resto de equipos que forman "la otra liga"  sufren errores arbitrales cada semana y no vemos nunca que copen las portadas.

No obstante, le pese a quien le pese, esta temporada algo está cambiando y el Atlético de Madrid es la bandera de dicho cambio. Los de Simeone representan al equipo obrero, con un presupuesto ínfimo en comparación con blaugranas y blancos, peleando jornada tras jornada para acabar con la hegemonía de ambos en el torneo doméstico, donde Madrid y Barça reinan sin discusión.

Con esfuerzo e intensidad se han puesto colíderes junto al Barcelona, relegando al Madrid a la tercera plaza. Los colchoneros representan a todos los demás equipos de la liga que quieren dejar de ser una revelación eventual y aspirar al título.

Estos equipos sufren económicamente, son ignorados a nivel mediático y sufren también una mala tarde del árbitro. No lloran ni reclaman, entienden que los colegiados no son máquinas y siguen trabajando como humildes obreros, con esfuerzo y en silencio.

Es hora de valorar a estos equipos, distribuyendo de forma equitativa los derechos televisivos y objetivizando la prensa. Ha llegado el momento de revertir la situación por el bien de todos y obtener así una liga competitiva.

Esa es la magia del fútbol, los sueños del equipo pequeño dispuesto a luchar por todo.

@israelmallen @SemprePep