Todo empezaba bien para los locales,salieron a ganar,y se les pondria muy de cara en el minuto 6,cuando Balotelli comenzó una contra,y el mismo la acabó. Todo pintaba bien...pero el Udinese se fue encendiendo y el Milan apagando,comenzaron a llegar ocasiones para los de Francesco Guidolin y a raiz de eso llegó el gol. Si,fue de penalti,pero un penalti cometido fruto del estado de imsomnio de los de Clarence Seedorf. En el minuto 41,buena internada de Widner que supera a Urby Emanuelson y el holandés lo derriba en el área,lo materializó el colombiano Muriel.
Pero aún habia esperanzas en el descanso para los rossoneros,esperanzas que tras pasar unos minutos del segundo tiempo,se iban desvaneciendo. Sobre la cancha se veia un equipo sin ideas,con balón pero sin ideas. Además,los locales erraron casi 20 pases,y esto lo aprovechó el Udinese que se plantaba con facilidad en el área de Abbiati.
Pero,cosas del destino,la clasificación estaba en pies del prometedor Nicolas López,que tras 3 minutos en el terreno de juego cuajó un magnifico golazo que daba la clasificación a semifinales a los suyos,pasado esto entraron Keisuke Honda y,un poco más tarde Abate -reaparecía tras su lesión- pero no fue suficiente.
Una caida en el área de Mario Balotelli -a mi entender,el mejor del Milan hoy- y centros sin sentido fue con lo que acabó el partido. El Milan se queda fuera de las semifinales de la Coppa Italia en una de las peores temporadas para el cuadro rossonero.
Tras todo esto solo puedo añadir la famosa frase 'Rossonero per sempre'
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