En la primera etapa, la visita abrió el
marcador rápidamente, a través del goleador Balotelli a los 7 minutos.
Entonces, luego de la apertura del marcador, el conjunto milanés dejó de tener
la iniciativa y se convirtió en otro, sin ideas y sin intenciones de manejar la
pelota.
A raíz de esta postura, el Livorno, con una propuesta más clara,
intentó generar situaciones, pero le faltaba profundidad. Sin embargo, a los 26
minutos, Siligardi, se puso el traje goleador y anotó el gol del empate. La
igualdad era justa, debido a que el Milán no tuvo voluntad para crear
posibilidades y porque los locales, mostraron más voluntad para jugar.
En la segunda parte, los dos equipos mostraron
los mismos planes de juego que en los 45 minutos iniciales. No obstante, el
único futbolista que demostró otras cualidades fue el ex delantero del
Manchester City, quien con un remate potente, ratificó sus condiciones de
jugador indomable.
A pesar de esto, el Livorno prosiguió con su idea. No tenía
claridad y agresividad, pero había una decisión de salir a buscar otro gol. Lo
consiguió a los 13 minutos, por intermedio de una corajeada de Paulinho y
parecía que el encuentro estaba resuelto.
Sin embargo, ocurrió lo inesperado,
porque siempre hay un futbolista que no se rinde ante la adversidad. Esta vez,
el protagonista fue nuevamente Balotelli, quien (a los 38 minutos) ejecutó un
fuerte tiro libre que fue directo al arco y sentenció el resultado: 2 a 2.
Entonces, por el
centrodelantero que milita en la selección italiana, el Milán obtuvo un punto
en una campaña irregular. Mientras tanto, el Livorno estaba por lograr un
triunfo importante, por la categoría del rival y porque venía de perder 3
partidos seguidos. No obstante, consiguió un punto, que puede servir para
motivar más al plantel.
Por Diego Bentivegna
@bentidiego

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