Dí María en el disparadero

Días convulsos para el argentino, el pasado lunes durante el encuentro que disputaban Real Madrid y Celta de Vigo, el extremo blanco hizo un gesto tocándose sus partes nobles al ser sustituido por Gareth Bale, algo que ha traído bastante polémica en todos los medios de comunicación e incluso en el seno de Chamartín.

Una temporada difícil

Dí María está sufriendo la temporada más dura desde que está en el Real Madrid, a principio de temporada con la llegada de Bale el argentino tenía todas las papeletas para abandonar el equipo, sin embargo él decidió quedarse y luchar por minutos. Finalmente acabaría saliendo Özil para sorpresa de todos los aficionados.

Pese a la adversidad, la lesión y posterior puesta a punto del galés le ha supuesto un respiro al extremo que ha intentado aprovechar todos los minutos que Ancelloti le ha estado dando.

Ofertas y Brasil 2014

Hace unos días, tras una aparente falsa calma en el entorno llegaba a las oficinas blancas una supuesta oferta del Mónaco a la que el argentino habría dado el visto bueno y haber pedido salir en el mercado de invierno. La respuesta de el entrenador y del club fué contundente, no habría fichajes ni salidas durante el mes de Enero, aunque habría supuestamente pactado con Ancelloti quedarse sólo hasta el mes de Junio. El mundial está a la vuelta de la esquina y Dí María es consciente de que necesita minutos para convencer a Sabella de que debe ser uno de los 23 elegidos y eso sólo se puede conseguir en el césped.

Declaraciones después del polémico gesto

A raíz del polémico gesto realizado en el partido del pasado día 6, el argentino declaró para Fox Sports Radio de que "No hice ningún gesto, simplemente me acomodé", "no realizaría ese gesto, mi familia estaba presente en el partido". Acusaba también a la prensa española de buscar los tres pies al gato sacando informaciones que no eran reales y que "querían ponerle al club y a los aficionados en contra".

En el club se comenta que no se descartaría tomar sanción al gesto. Cierto es que corren aguas turbias respecto al futbolista, y el gesto de ayer sólamente las ha removido más.