Juan Mata, luz en el teatro de los sueños

Durante este verano se atisbaba tormentas en las orillas del Támesis, el run-run de que un recién desembarcado José Mourinho no contaría con Juan Mata y con Fernando Torres era cada vez más fuertes desde la prensa.

Lejos de toda realidad, Torres fué haciéndose un puesto en el once 'blue', pero el extremo zurdo no corría la misma suerte, apariciones intermitentes y muy poco protagonismo en un equipo en el que había sido nombrado el mejor del mismo en las dos últimas temporadas.

El Chelsea y su entrenador exigen otro fútbol, más intenso, más aguerrido y en el que la tensión debe ser máxima los 90 minutos. Por ello Mourinho ha apostado por jugadores que le den más rendimiento en detrimento de su calidad técnica... Y aquí Mata ha sido el gran perjudicado.

La desesperación se ha llegado a apoderar del '10' que se ha visto relegado al banquillo en infinidad de ocasiones, o de ser la primera pieza de recambio si las cosas no iban bien. Es evidente que a un futbolista hay que exigirle siempre lo máximo, pero también comprender su situación y era notorio que con la llegada de Mourinho, Mata no tenía sitio en este equipo y el Brasil ya asomaba por la esquina, necesitaba minutos... cambiar de aires.

Así fué como tras varios días de negociación Mata desembarcó -mejor dicho aterrizó, ya que llegó en helicóptero- en Old Trafford para fichar por el Manchester United, un grande en horas bajas que busca espantar los fantasmas y las viejas sombras que acechan su teatro.

Y así es cómo prácticamente el jugador español aterrizó, se calzó botas rojas y se convirtió en un Red-Devil más, Ashley Young quedó asombrado de su rendimiento y calidad y comentó que parecía que Mata llevase años con ellos. Volvía a sentirse valorado, volvía a sentirse útil y futbolista y era lo que más deseaba, ser feliz tras una pelota, como aquel niño que apenas tenía presión alguna y correteaba por las calles de la fría Burgos.

Aquel día volvió a hacerse la luz en el teatro de los sueños, aquel día Juan Mata tuvo la culpa haciendo lo que mejor sabe.